Descoordinación de MINSA y Aduanas en control de contrabando de cigarrillos deja al Instituto Oncológico Nacional sin $60 millones por año
·El Ministerio de Salud y la Autoridad Nacional de Aduanas se contradicen sobre quién debe fiscalizar el comercio de cigarrillos en la Zona Libre de Colón.
·La falta de coordinación entre ambas instituciones preocupa ante el creciente contrabando de cigarrillos, que representa el 92.1% del mercado panameño y genera pérdidas de $60 millones para el Instituto Oncológico Nacional.
El Ministerio de Salud (MINSA) y la Autoridad Nacional de Aduanas se contradicen y se responsabilizan mutuamente de fiscalizar los movimientos comerciales relacionados con productos de tabaco de las empresas establecidas en zonas francas o libres y áreas económicas especiales, mientras el contrabando se impone en el país y, por consecuencia, el Instituto Oncológico Nacional no percibe todos los recursos que podría para atender a pacientes con cáncer.
Si bien el artículo 26 del Decreto Ejecutivo 230 de 2008 obliga a dichas empresas a presentar inventarios mensuales de los movimientos comerciales relacionados con productos de tabaco y sus derivados, ni el MINSA ni Aduanas están fiscalizando esa información. De hecho, según se desprende de documentos oficiales, ninguna institución sabe a quién compete este control, pues el MINSA dice que es responsabilidad de Aduanas, y Aduanas dice que es responsabilidad del MINSA.
En atención a una solicitud de información, la Directora Nacional de Salud, Dra. Melva Cruz, aseguró que la resolución N° 251 de 7 de abril de 2009 del MINSA facultó a la Autoridad de Aduanas a rastrear, localizar, monitorear y controlar los cigarrillos y productos de tabaco que se importan a y a través de Panamá. No obstante, en atención a otra solicitud de información, Aduanas contradice al MINSA y asegura que ni el decreto ni la resolución mencionadas “indican que dichos informes deban ser presentados ante la Autoridad de Aduanas”.
En su nota de enero de 2024, Aduanas incluso reveló que actualmente ni siquiera existe un reglamento para la licencia y el registro que permiten la comercialización de estos productos. "Sin embargo, como institución de seguridad pública, mantenemos los controles y vigilancia que exigen nuestras normas aduaneras, al igual que el Protocolo del tabaco del cual somos partes", aclaró.
Las notas referidas se dieron en respuesta a solicitudes formuladas por la Asociación de Fumadores y Familiares por un Panamá Libre de Humo, que expresó preocupación no solo por la falta de control del contrabando en zonas como Colón, sino también por la confusión generada por las instituciones al culparse mutuamente de que no se estén llevando a cabo todos los controles que exige la normativa para evitar el ingreso de productos de tabaco de contrabando.
Según la Asociación, una de las instituciones “más afectadas por la pérdida fiscal” que produce el contrabando de cigarrillos y productos de tabaco es el Instituto Oncológico Nacional (ION), que debe captar el 40% del 50% de los impuestos recaudados por la venta legal de estos productos en el país. Según datos de Crime Stoppers y COEPA, el 92% de los cigarrillos que se consumen en Panamá son de contrabando, lo que provoca pérdidas fiscales de unos $300 millones al año, por lo que el ION estaría perdiendo $60 millones anuales.
Urge una mayor coordinación
Ante estas contradicciones entre las autoridades regentes del control del contrabando de cigarrillos, Hitler Cigarruista, presidente de la Asociación de Fumadores y Familiares por un Panamá Libre de Humo, aseguró que el problema del contrabando requiere una atención urgente por parte de las autoridades competentes. “Tenemos una urgente necesidad de una mayor coordinación entre las instituciones encargadas del control del tabaco en Panamá”, destacó.
Las contradicciones entre el MINSA y la Autoridad Nacional de Aduanas obtenidas por la Asociación de Fumadores y Familiares por un Panamá Libre de Humo han evidenciado un descontrol en el combate contra el comercio ilícito de cigarrillos entre ambas instituciones, generando un insuficiente nivel de cumplimiento de las normas relacionadas con el control del contrabando de productos de tabaco.
De hecho, Panamá es considerada por Crime Stoppers International como la "puerta de entrada" del contrabando de cigarrillos de la región. Al respecto, Alejo Campos, director regional de esa ONG para el Caribe, Bermuda y América Latina, ha manifestado que Panamá, por su ubicación estratégica a nivel del continente americano y al ser un 'hub' para el comercio internacional, también es usado y abusado por esas estructuras criminales para traer todas estas mercancías, que no solo se venden en el país, sino que se exportan al resto de la región.
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