Panamá destaca como uno de los países líderes en la rápida evolución de los medios de pago en Latinoamérica


 

La tarjeta de débito ha superado al efectivo como el método de pago preferido, mientras que las billeteras digitales también están ganando terreno rápidamente, de acuerdo con un análisis realizado por McKinsey & Company.



En tan solo dos años, en Panamá y otros países latinoamericanos como Argentina, Colombia y Perú, la tarjeta de débito ha superado al efectivo como el método de pago preferido, mientras que las billeteras digitales también están ganando terreno rápidamente.

 

Estos son algunos de los hallazgos de dos encuestas sobre medios de pago realizadas por McKinsey & Company en 2021 y 2023 a más de 15.000 personas en países latinoamericanos. Los participantes de la encuesta de 2023 manifestaron de manera contundente su preferencia por las tarjetas de débito y crédito y las billeteras digitales por sobre el efectivo.

 

La creciente popularidad de los pagos sin efectivo indica que hay amplio espacio para el crecimiento, lo que presenta oportunidades para bancos y otras empresas de servicios financieros. Además, este potencial de crecimiento podría beneficiar a los consumidores, por ejemplo, a través de mejores experiencias y alternativas de pago ajustadas a las necesidades individuales.

 

América Latina está atravesando un rápido proceso de bancarización. Hasta hace poco, la mayor parte de la población estaba habituada a realizar sus operaciones con dinero en efectivo. En 2019, en varios países latinoamericanos, apenas del 30 al 50% de la población tenía una cuenta en una entidad financiera, en comparación con más del 90% en España, el Reino Unido y Estados Unidos, y cerca del 80% en China.

 

Para 2021, la proporción de habitantes de América Latina y el Caribe con una cuenta bancaria había crecido al 72%. La bancarización fue fuertemente estimulada por la proliferación de nuevas propuestas de pagos y la pandemia de COVID-19, que llevó a muchos ciudadanos a incursionar en la banca “online” y el comercio electrónico debido al cierre de tiendas y oficinas bancarias durante el confinamiento. Luego de la pandemia, el hábito se mantuvo, y una mayor porción de la población comenzó a usar los servicios financieros.

 

Esto no deja de ser significativo, pues Latinoamérica es un mercado en el que predominan el uso de efectivo y una alta tasa de empleo informal. Muchas personas aún reciben sus ingresos en efectivo, y lo utilizan para una gran variedad de transacciones, dado que varios comerciantes pequeños solo aceptan pagos en dinero físico. Pero si estos consumidores pudieran elegir, preferirían usar tarjetas y servicios de pagos móviles.

 

Resultados de la encuesta

 

Para comprender las tendencias de pago entre los latinoamericanos de habla hispana, se llevaron a cabo dos encuestas. En 2021 fueron entrevistados habitantes de ocho países: Argentina, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Panamá y Perú. Para la edición 2023 se sumó a Costa Rica y Uruguay, logrando una encuesta representativa de alrededor del 60% del PIB de Hispanoamérica.

 

Entre 2021 y 2023, según estas encuestas, el porcentaje de personas que eligieron el efectivo como medio de pago preferido se redujo a la mitad, en tanto que la proporción que mencionó un método distinto del efectivo, el uso de la tarjeta de débito, de crédito o billeteras digitales, creció más del doble.

 

Al analizar los datos específicos de cada país, emergen dos modelos distintivos: uno donde las billeteras digitales han impulsado la inclusión financiera, como en Argentina, Colombia, Panamá y Perú, y otro donde la bancarización ha sido promovida principalmente por las tarjetas de débito, como en Chile, República Dominicana, Ecuador y Guatemala.


Medios de pago favoritos

 

Los participantes que expresaron su preferencia por las tarjetas de débito citaron factores como la velocidad y facilidad de uso, mejor control de sus gastos y descuentos en comercios.

 

Chile es un buen ejemplo de fomento de la bancarización a través de la adopción generalizada de tarjetas de débito. En ese sentido, BancoEstado, el banco estatal de Chile, tuvo un rol clave en la simplificación del acceso a las tarjetas con la introducción de la “CuentaRUT”. Esta cuenta incluye una tarjeta de débito sin costo de mantenimiento, que se tramita digitalmente, asociada al número de identificación nacional de cada ciudadano. El programa tiene 13,7 millones de usuarios, una cifra cercana al 70% de la población.

 

Las personas que prefieren pagar con tarjetas de crédito citaron dos motivos principales: acceso a crédito de alta calidad, a través del financiamiento en cuotas mensuales con tasas de interés relativamente bajas, y programas de fidelidad que incluyen beneficios como puntos, millas, descuentos o reembolsos.

 

En los países donde se utilizan ampliamente las billeteras digitales: Panamá, Argentina, Colombia y Perú, los encuestados eligieron este método por su facilidad de uso, seguridad y bajo costo.

 

Por su parte, en los países donde el uso de pagos móviles no está tan difundido, como Chile, República Dominicana, Ecuador y Guatemala, los participantes en la medición manifestaron estar dispuestos a usar este método si fuera ampliamente aceptado y fácil de usar en las tiendas. Por ejemplo, con tecnologías como pago sin contacto o códigos QR.

 

El uso de códigos QR, una forma de conectar consumidores y comerciantes a bajo costo, es muy común en varios países latinoamericanos. Los consumidores escanean el código con la cámara de sus teléfonos, ingresan la cantidad a pagar, y completan la transacción en pocos pasos. Adicionalmente, los comerciantes que emplean códigos QR para recibir pagos no necesitan invertir en terminales de punto de venta para tarjetas.

 

Si bien cada uno de los países estudiados tiene sus propios matices en la manera que sus habitantes perciben y utilizan los diferentes medios de pago, las encuestas revelaron cuatro tendencias comunes en los países hispanoamericanos para tener en cuenta por las instituciones financieras.

 

Efectivo pierde terreno, pero no desaparece

 

El efectivo está perdiendo terreno, pero conservará su relevancia en el mediano plazo, en particular para las personas de menores ingresos. La encuesta de 2023 reveló que el 70% de los participantes utilizó efectivo en los últimos 30 días, a pesar de que solo el 30% afirmó que se trataba de su medio de pago preferido.

 

El poder de permanencia del efectivo puede atribuirse a dos factores: muchos comercios solo aceptan ese medio de pago, y más de la mitad de los trabajadores de la región tienen empleos informales y generalmente reciben su paga en dinero físico. Aun así, aumentar el número de comercios que aceptan tarjetas o billeteras digitales contribuirá en gran medida a popularizar el uso de medios de pago distintos del efectivo.

 

También se observa un “ciclo de refuerzo positivo para los pagos electrónicos”, que implica que el mayor uso de billeteras digitales va de la mano con el aumento del uso de tarjetas de débito y crédito, y no que alguno de los medios de pago electrónicos pueda canibalizar a otro. Esta tendencia señala que es importante para las instituciones financieras ofrecer una experiencia de pago omnicanal a sus clientes, que incluya billeteras digitales, tarjetas de débito y de crédito, en lugar de enfocarse en solo uno de estos medios de pago.

 

También es importante destacar que los consumidores no están usando necesariamente varios bancos. En lugar de ello, indican su preferencia por que su banco principal ofrezca una variedad de métodos de pago adicionales al efectivo. Esta situación crea una oportunidad para que los bancos expandan su oferta de productos y potencialmente atraigan más clientes.

 

Las diferencias regionales

 

En los países donde muchos comerciantes suelen tener a la vista sus códigos QR, el uso de billeteras digitales es mayor, mientras que el uso de códigos QR es menor en los países donde las personas están más habituadas a pagar con una tarjeta física o almacenada en una billetera digital.

 

En la encuesta 2023, los tres países participantes con la penetración de billeteras digitales más baja (República Dominicana, Ecuador y Guatemala), más del 30% de quienes no las usan y citan su baja tasa de aceptación como la principal barrera. Por su parte, en los países con alta penetración de pagos sin contacto o "tap and pay" (como Chile, donde casi el 85% de las compras se realizan de esta manera), será necesario un esfuerzo más amplio para persuadir a los consumidores de migrar a otra tecnología de pago.

 

En este contexto, los proveedores de billeteras digitales que operan en países donde predomina el pago sin contacto podrían incorporar experiencias y beneficios adicionales, como una red de comercios más amplia e incentivos (incluidos los impulsados por los propios comercios) para promover sus propuestas.

 

Los pagos móviles son más atractivos para algunos grupos demográficos. Los Millennials son los mayores partidarios de las billeteras digitales, donde el 17% los considera su medio de pago preferido, comparado con el 12% para la Generación Z y el 13% para la Generación X. Por otra parte, los hombres son más proclives a usarlos que las mujeres. En la edición 2023 de la encuesta, los hombres representan el 20%.

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