Como parte de su participación en el evento, Ayuda en Acción presentó su proyecto “Mujeres liderando por los Manglares” demostrando cómo acciones sociales y sostenibles aportan a la preservación del ecosistema y al empoderamiento de mujeres recolectoras en Ecuador.
Con el desarrollo del proyecto, se involucraron a más de 500 familias de pescadores artesanales, se recuperaron más de cinco hectáreas de manglar y se movilizaron a más de 1.500 jóvenes en tareas de reforestación y monitoreo ambiental. Además, gracias al uso de drones y vehículos submarinos no tripulados, se mapearon zonas críticas para la biodiversidad y conservación.
El trabajo de Ayuda en Acción en Latinoamérica ha impulsado proyectos de adaptación climática, producción sostenible y gestión de ecosistemas estratégicos, que fortalecen la autonomía económica y ambiental de familias rurales en países como Colombia, Bolivia, Honduras, Perú, y muchos otros.
La Cumbre del Clima Colombia y Latam 2025, el encuentro más importante de América Latina sobre mercados de carbono, sostenibilidad, biodiversidad y financiación climática se lleva a cabo este año en Bogotá, convirtiendo al país en un epicentro del diálogo ambiental clave que reune a líderes globales, gobiernos, empresas, inversionistas y organizaciones internacionales para redefinir el futuro de las soluciones climáticas.
A propósito de su participación en el evento, Ayuda en Acción destacó como una organización que no solo impulsa proyectos y políticas públicas, sino que genera evidencia, innovación y cambio real desde su trabajo en los territorios. En el marco de su intervención en el panel Acción Climática para la protección de la Biodiversidad, presentó su proyecto “Mujeres liderando por los Manglares” así como la primera investigación de carbono azul realizada por la organización en Ecuador.
El proyecto ha sido un claro ejemplo de cómo acciones sociales y sostenibles aportan a la preservación del ecosistema y al empoderamiento de mujeres recolectoras. Con su desarrollo, se involucraron a más de 500 familias de pescadores artesanales, se recuperaron más de cinco hectáreas de manglar y se movilizaron a más de 1.500 jóvenes en tareas de reforestación y monitoreo ambiental. Además, gracias al uso de drones y vehículos submarinos no tripulados, se mapearon zonas críticas para la biodiversidad y conservación.
En cuanto a la investigación sobre carbono azul, se resaltó la capacidad de los manglares para almacenar grandes cantidades de dicho elemento. Aunque estos ecosistemas representan solo el 1% de los bosques tropicales del planeta, capturan hasta el 15% del carbono costero. Particularmente en Ecuador, almacenan 1,1435 g/100g, una cifra menor comparada con la de países como Brasil y Colombia, reflejo de la degradación causada por la expansión camaronera y la tala indiscriminada.

“El cuidado ambiental es inseparable de la justicia social, por eso ponemos a las personas en el centro y trabajamos para convertir la sostenibilidad en motor que impulsa capacidades locales y transforma la vulnerabilidad en resiliencia. En los 18 países donde estamos presentes trabajamos para restaurar ecosistemas, proteger el agua y fortalecer economías locales sostenibles. Esto es fundamental, ya que no puede haber desarrollo si los recursos se agotan, ni sostenibilidad si las comunidades viven en pobreza”, comentó Eduardo Michuy, Coordinador de Cadenas Productivas Sostenibles de Ayuda en Acción.
Con más de cuatro décadas de experiencia internacional, la organización ha demostrado que combatir la pobreza y el cambio climático es posible cuando las soluciones son sostenibles, participativas y medibles. Particularmente, en América Latina ha impulsado proyectos de adaptación climática, producción sostenible, y gestión de ecosistemas estratégicos, que fortalecen la autonomía económica y ambiental de miles de familias rurales.
Entre sus iniciativas más destacadas se encuentran: “Cacao para la Paz” en Colombia, que fortalece la producción sostenible y la reconstrucción del tejido social en zonas afectadas por el conflicto armado. También, “Bosques Amazónicos con Cacao Silvestre” en Bolivia, que protege más de 10.000 hectáreas de bosque mediante prácticas sin fuego y producción orgánica. De igual forma, “Blue Action Fund” en Honduras que empodera a pescadores para conservar ecosistemas marinos y gestionar de forma sostenible los recursos costeros. Y en Perú, “Agua en Emergencias” que garantiza acceso seguro al agua ante desastres climáticos.
Los anteriores son ejemplos de innovación climática con impacto social y ambiental medible, donde la conservación y la igualdad de género se entrelazan para fortalecer la resiliencia local, avanzando significativamente en inclusión socioeconómica y en la restauración de ecosistemas.
Acciones como estas permiten que Ayuda en Acción continúe su labor en la región, trabajando de la mano de entidades gubernamentales, sector privado y demás actores clave en su compromiso por proteger los derechos de las personas, ampliar sus oportunidades y facilitar una transición justa hacia modelos de vida y de producción compatibles con un contexto climático cambiante.
Sobre Ayuda en Acción
Somos una organización que trabaja a nivel internacional para generar oportunidades de crecimiento y desarrollo junto a las personas que más lo necesitan. Las acompañamos desde la infancia y la juventud definiendo metas en común, apostando por sus talentos y habilidades. Facilitamos su acceso a la educación y la transición hacia el empleo y el emprendimiento para que protagonicen su propio camino y generen un desarrollo sostenible y duradero en sus comunidades.
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